Hoy, por fin he aprobado el carnet A1 ( motos hasta 125 cc.), algo que llevaba dos años esperando. En estos momentos siento una alegría tremenda, no es un alegría similar a la provocada por una buena noticia, sino más bien del tipo del "trabajo bien hecho".
Según supe que había aprobado, di un salto de júbilo casi involuntario debido a la emoción: los nervios de la noche anterior, el dinero que estaba en juego, la presión de tener que aprobar (era la última convocatoria libre antes de exámenes de evaluación, exámenes finales, el campo de trabajo, y que la DGT cerrara en agosto, como todos los años). Después de tantos cabreos (algunos más gordos que otros), de alguna decepción, y de algún que otro robo, por fin tenía el aprobado en mis manos. Por eso creo que semejante hecho merece una entrada en mi blog.
Hoy, por fin, puedo dormir tranquilo, soñando conducir una vespa por las calles de Roma, disfrutando de las vistas de una mañana de mayo soleada, dejando a un lado el coliseo; una BMW por las anchas autopistas alemanas, aprovechando la potencia alemana para sentir el viento cortándome la cara, pero en posición erguida, recta y señorial; una kawasaki deportiva, exprimiendo su potencia en un circuito, sintiendo el calor del asfalto a pocos milímetros de mis rodillas en cada curva, y la vibración entre mis piernas de un motor ansioso de velocidad.
De momento, creo que dejaré esas motos para mis sueños, y me centraré ahora en la búsqueda de otra de precio más asequible, que me sirva para llevarme y traerme en la vida cotidiana, haciendo de cualquier trayecto una experiencia diferente, divertida, y útil... Pero no renuncio a cumplir esos sueños algún día. Dejo aquí algunas imágenes de ciertas 125 cc. que a diario pasan por mi cabeza en cada momento de despiste (entre tantas otras):
José María A.
No hay comentarios:
Publicar un comentario